1. - La inteligencia
Hay personas bastante inteligentes que apenas
necesitan estudiar, así como otras para quienes - parece - que estudiar no es
lo suyo. Pero lo normal es tener una inteligencia media y los buenos resultados
se obtienen con una motivación adecuada que facilite el esfuerzo que supone
estudiar. Piensa cuáles son las razones que tienes para estudiar. Cuanto más
valiosas, mejor. Sin voluntad de estudiar, no hay nada que hacer... y los
motivos que tengas para estudiar son decisivos.
2. - No tengo voluntad
Es algo que le ocurre a mucha gente y que
tiene que ver con los cambios que se dan en la adolescencia. Hay muchísimas
otras cosas que son más divertidas. Pero te estás jugando el futuro... en unos
años decides lo que vas a ser el resto de tu vida...
Hay alumnos que han repetido curso con buenas
notas... Han cambiado, tienen un motivo. Así como tú lo tienes para oír música,
hacer deporte, irte con los amigos y amigas... debes tenerlo, para estudiar. Y
ese motivo ha de salir de ti. Los premios y los castigos pueden ser eficaces,
pero a la larga no son lo decisivo. Si tienes voluntad, pero hay que
ejercitarla
3. - Las técnicas de estudio
Habrás oído hablar o lo habrán dicho de ti:
"este chico no sabe estudiar". Hay maneras de aprender a hacerlo,
muchos libros, páginas web, la ayuda de un profesor, de tus padres. Pero en el
fondo, todo es sentido común. A estudiar se aprende estudiando y tú mismo verás
cuales son los sistemas que te van mejor. Si quieres aprender algo más, sigue
leyendo.
4. - Lo más básico
Necesitas un lugar de estudio tranquilo,
donde todo esté a mano, con una silla cómoda y luz suficiente. Y nada de
música, ni TV. No te engañes, con música no se puede estudiar: puedes dibujar,
copiar..., pero no memorizar ni concentrarte. No te levantes a cada momento...,
persevera sentado al menos 45 minutos. Luego descansa 5-10 ´y... sigue.
Y también un horario. No tiene por qué ser
rígido, ha de ser flexible pero lo normal en secundaria es que gastes entre
media hora y una hora para hacer las tareas y tres cuartos o una hora para
estudiar. Si entre lunes y viernes no has obtenido 10-12 horas de estudio, el
fin de semana hay que recuperar. Y algo más en tiempo de exámenes. Deja, si
puedes, para el fin de semana las tareas que te lleven más tiempo: Una lámina
de dibujo, un trabajo para una asignatura.
Es una pena que pases el tiempo haciendo como
que estudias cuando tu cabeza está muy lejos. Deja de soñar despierto.
Aprovecha el tiempo y luego, podrás hacer muchas otras actividades.
5. - En clase. Los apuntes
Es una tontería perder el tiempo en clase. Si
aprovechas ese rato, tendrás mucho adelantado. Si, por alguna razón, os dejan
tiempo libre, de estudio, adelanta tarea.
Puede que el profesor siga el libro: en ese
caso toma notas de lo que dice, de aquello en lo que insiste. Si da apuntes,
sigue atento y toma nota en todo lo que puedas, con sentido común. Subraya
aquello que repita, es lo que considera básico.
De una manera u otra, luego tendrás que
repasar lo que has escrito -no hace falta que lo pases a limpio- pero deja
claro el tema de modo que lo entiendas, ahora y dentro de unos meses. Si has
faltado a clase o tienes los apunte incompletos, pídeselos a un compañero.
6. Memorizar
En la mayoría de las asignaturas tendrás que
estudiar, memorizar los contenidos de las lecciones. No intentes aprenderte
algo que no entiendes; por eso es tan importante lo que te dije en el punto
anterior.
Cada persona tiene su propio sistema para
fijar en la memoria las lecciones: leerlo en voz alta, repasarlo varias veces e
intentar repetirlo sin mirar el texto... lo importante es que tengas en cuenta
que no te sabes un tema si no eres capaz de explicarlo. Y es muy conveniente
que estudies cada día lo, explicado en clase. Así te será más fácil, pues los
tienes "frescos" en la memoria y es mejor aprender un texto corto que
enfrentarte a un montón de páginas cuando lleguen las épocas de evaluaciones.
7. - Los exámenes
Se dice por los profesores que el curso se
aprueba en Septiembre. No valen excusas: ya estudiaré cuando llegue el examen
es un enorme error. Si estudias cada día cuando llegue el momento del examen
sólo tienes que repasar conocimientos ya adquiridos, recordar lo que ya sabes.
Si lo dejas todo para el final, acabarás con la cabeza llena de fórmulas, definiciones,
fechas, etc... un caos.
Los exámenes son de distintos tipos: hay que
preparar cada uno de modo diferente. Auto examinarse da buen resultado.
Duerme bien la noche anterior al examen, ni
se te ocurra tomar ninguna pastilla - lo pagarás muy caro -. Así evitarás el
nerviosismo y el cansancio. Tampoco es bueno hacer comentarios con los
compañeros momentos antes de empezar el examen: sólo conseguirás convencerte de
que no lo llevas bien preparado y te pondrás más nervioso aún.
Lee detenidamente las preguntas antes de
lanzarte a responder, incluso hazte un pequeño esquema siquiera mentalmente. Si
te es posible, responde primero las preguntas más fáciles y deja para el final
las que no te sabes bien. Esto es especialmente importante en problemas de
matemáticas, física, traducciones... Muchas veces gastas todo el tiempo de que
dispones en hacer un problema y dejas el resto en blanco.
Comprueba los resultados, las unidades, la
ortografía. No te precipites en entregar: usa todo el tiempo de que dispongas.
8. Para estudiantes de ciencias. Los
problemas
Aunque es difícil dar una regla común, en
matemáticas, Física, química muchas pruebas incluyen problemas: a partir de
unos datos tienes que hallar otros, mediante una fórmula o varias.
En primer lugar has de elegir la fórmula
adecuada, luego sustituyes las variables por los valores que te den ( ¡ Las
unidades!) y te quedarán una o varias incógnitas para despejar. Hazlo con sumo
cuidado y repasa los cálculos: es muy probable que te pidan los resultados
exactos, y no bastará con que la solución esté bien planteada.
9. A pesar de todo, no consigo buenos
resultados
¡Ánimo, todo tiene solución en esta vida!
Piensa en cuáles son tus fallos como estudiante, sé constante, no te
desanimes... los resultados tardan en llegar, y los fracaso sirven para
adquirir experiencia, no para lamentarte
Pide consejo a alguien con experiencia,
realiza algún test de técnicas de estudio y perfecciona tus métodos como
estudiante.
Quizá tengas problemas personales que te
impiden concentrarte. Acéptalo y busca una solución, aunque a menudo no es
fácil. Intenta desconectar de él cuando toca estudiar. Te juegas el futuro.
Si estás todo el rato pensando en una chica,
estoy casi seguro que lo que más le agradaría es que no piense tanto y que
estudies con provecho, para ofrecerle algo valioso, que se sienta orgullosa de
ti.
10. Y lo más importante
Hay un punto de Camino, donde se afirma que
"Una hora de estudio es una hora de oración": este libro tiene muchos
puntos, un capítulo entero, dedicado al aspecto sobrenatural del estudio. Te
vendría muy bien considerarlo detenidamente.
Ofrece a Dios tu trabajo. Puede resultarte de
utilidad tener un crucifijo o una imagen de la virgen delante.
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