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jueves, 23 de agosto de 2012

Aprender una segunda lengua


La dificultad en obtener información adecuada sobre el desarrollo del lenguaje en
niños de hogar de diversidad cultural crea problemas para los educadores de la tierna infancia
y los padres.  Muchos padres preguntan si el idioma que hablan en la casa afecta el desarrollo
de la aptitud de sus hijos para hablar inglés.  Los educadores no suelen tener acceso a
información confiable basada en el estudio cuando tratan de orientar a los padres. Como los
padres pueden pensar que sus hijos se perjudican por usar dos idiomas en el hogar, esos
educadores pueden aconsejarles que suspendan uno de los dos.  Pero ése generalmente no es
un buen consejo.  La investigación demuestra que los niños tiernos tienen una aptitud innata
para aprender lenguas y que exponerlos a dos idiomas en el hogar no afecta su desarrollo
lingüístico.  De hecho, exponerlos a dos idiomas temprano en la vida parece producirles
beneficios sociales y académicos en el futuro.  Pero en los Estados Unidos el bilingüismo a
menudo se relaciona indebidamente con consecuencias negativas y eso puede afectar el
consejo dado a los padres.  He visto muchos casos de niños aprendices de segundo idioma
referidos a servicios especiales por haberse interpretado como síntoma de desarreglo lo que en
realidad es proceso normal del desarrollo del segundo idioma.  
Los terapeutas que evalúan aprendices tiernos de varios orígenes culturales por
problemas de lenguaje también precisan acceso a información correcta sobre la adquisición y
desarrollo de un segundo idioma.  Desafortunadamente, es difícil encontrar adiestramiento
adecuado en esta área.  La mayoría de los terapeutas están adiestrados en la evaluación de
niños monolingües -que hablan solo inglés.  La realidad es que el desarrollo lingüístico de los
niños expuestos a dos idiomas, aun si la exposición al inglés es limitada, no sigue el patrón
normal en los niños expuestos a un solo idioma.  Cuando se evalúa un niño de corta edad
proveniente de un hogar de dos idiomas o de uno que no es el inglés, o se trabaja con ese
niño, debe efectuarse un muestreo de los antecedentes idiomáticos del hogar para evaluar el
impacto del idioma del hogar en la adquisición del inglés.  Sin un análisis amplio puede faltar
información importante sobre la función lingüística del niño.  El resultado puede ser un
cuadro incompleto del nivel de funcionamiento del niño y como consecuencia un envío
indebido a la intervención temprana. En realidad ese niño está manifestando lo que es normal
en el aprendizaje de un segundo idioma pero que está erróneamente interpretado como posible
retraso.
Los niños tiernos pasan por un periodo silente en el que pueden no hablar pero
responden al inglés de su entorno sin usarlo.  Si un terapeuta de lenguaje de la temprana infancia no está familiarizado con este periodo silente es muy fácil que lo confunda con un
desarreglo de la expresión del lenguaje.  Son escasas las guías para referir un niño de
diversidad ligüística a intervención temprana o educación especial, pese a ser importante que
tengan recursos para hacerlo.  En general cuando hay preocupación relativa al idioma nativo
del niño, esta información es crítica y podría denotar un retraso.
Una entrevista etnográfica al padre o la madre (proceso en que se les pide que describa
experiencias y actividades diarias) permite al profesional tener una comprensión del ambiente
idiomático del niño para determinar si las características que observa son síntomas de
desarreglo o una diferencia debida al idioma.  Es importante utilizar a alguien de idioma y
comunidad cultural similar como intérprete para asegurar la validez y confiabilidad de la
información.
Recientemente me llamaron para reevaluar un niño proveniente de un ambiente donde
hablaban exclusivamente polaco, cuidado por su abuela polaca monolingüe.  Su madre lo
refirió a intervención temprana porque no hablaba mucho y ella lo veía como retraso en el
desarrollo del lenguaje.  Descubrí que había estado expuesto tanto al inglés como al polaco
pero mayormente al polaco por su padre y abuela paterna.  El examinador original no había
hecho preguntas sobre el desarrollo del niño en polaco, solamente en inglés.  Se llegó a
conclusiones incorrectas sobre el desarrollo lingüístico del niño porque tenía pocas aptitudes
en inglés.  El terapeuta había aconsejado que el niño se expusiera exclusivamente al inglés
porque el uso exclusivo del polaco le estaba causando retraso en el habla. Algunos padres
siguen ese mismo consejo pensando que puede ser beneficioso porque también ellos pueden
pensar, erróneamente, que la simultaneidad de dos sistemas idiomáticos causa confusión en el
niño.  Utilizando mi enfoque de ‘características lingüísticas’he realizado un análisis del
mismo niño en el segundo idioma y llegado con confianza a la conclusión de que lo que
mostraba eran características típicas de aprendiz de segundo idioma.
 
La investigación es clara.  No hay prueba científica que vincule el bilingüismo al
retraso en el desarrollo del lenguaje.  Muchos, muchos niños en el mundo se crían con dos o
más idiomas desde la infancia sin mostrar ningún retraso o desarreglo.  La investigación
adicional muestra que aun la exposición simultánea muy temprana a los dos idiomas no causa
retraso.  Necesitamos más información en esta área porque sigue siendo causa de
incomprensión para padres y educadores.  Hasta que sea entendido adecuadamente este
concepto de la confusión de los idiomas, muchos padres de niños de dos idiomas o segundo
idioma pueden seguir creyendo que lo mejor es eliminar el idioma del hogar o referirlos a
servicios especiales.


Por Deborah Hill Chitester, M.S.; C.C.C
Second Language, Literacy and Learning connection LLC
 

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