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viernes, 12 de octubre de 2012

Como Escoger la Mejor Música para tus Viajes


Cuando deleites tu vista en algunos de los paisajes más impresionantes del mundo, asegúrate de tener el acompañamiento musical correspondiente. Esto es lo que debieras cargar en tu reproductor de MP3, dependiendo de dónde vayas.

La costa
Para reclinarte en la arena o chapotear en la salobre profundidad, estaría simplemente mal no poner los mejor de los Beach Boys, un poco de The Drums y una súper sexy compilación de los Surf Bunnies y los Hot Honeys. Un toque de travesuras Calypso de Lord Kitchener no estaría mal tampoco (especialmente si tienes un ponche en la mano). Si la costa es más escabrosa, rocosa e imponente, la ópera marítima Peter Grimes de Benjamin Britten funcionaría, al igual que la obra maestra inconexa de Debussy, La Mer.

Terreno frío y congelado
Aunque no es probable que te aventures alguna vez tan al sur como la Antártica o tan al Norte como el Polo, existen bastantes lugares bastante helados en los cuales podrías terminar. La suntuosa Heart of Courage de Two Steps From Hell fue usada en el impresionante documental Planeta Congelado de la BBC y garantiza conjurar imágenes de osos polares y leopardos de la nieve incluso si no hay ninguno alrededor. El último album de Kate Bush 50 Words for Snow es un clásico instantáneo, y te tendrá lloriqueando copos de nieve en poco tiempo. Si quieres poner Baby, it’s cold Outside a todo volumen, nadie tiene derecho a juzgarte.

Montañas
Mientras luchas con una pronunciada pendiente, o te tambaleas al borde de un vertiginoso precipicio, anímate a seguir poniendo algo de Soul en tus audífonos. Ain’t no Mountain High Enough y la versión de Jackie Wilson de Your Love Keeps Lifting Me mantendrán arriba tu moral. Cuando hayas llegado a la cima, es hora de poner algo épico, posiblemente pretencioso.
Tal vez el dark Side of the Moon the Pink Floyd. Tal vez Ravi Shankar. Tal vez algo como Finlandia de Sibelius. Tú decides – eres el rey del mundo ahora.




Ciudades de rascacielos
De acuerdo, no se puede juntar a cada ciudad en la misma categoría, pero mientras pasees por una metrópolis de rascacielos, distritos financieros y letreros luminosos, querrás envolver tus oídos en algo rítmico y eléctrico. Cities de Talking Heads es un punto de partida evidente. Desde ahí sube el volumen un poco, con cualquier cosa de The Future Sound of London, seguido del soundtrack de Lost in Translation. Un poco de desmadejado Jazz – Bitches Brew de Miles Davis, por ejemplo – es obligatorio para aquellos que buscan perderse en la jungla de concreto.

Desiertos y llanos
Si te encuentras afuera en el desierto Africano, es requisito poner el profundo tema de Lawrende de Arabia, de Maurice Jarre (si puedes hacerlo sobre un camello, mejor aún). Siguiendo con las películas, mucha de la obra de Ennio Morricone se presta para áridas planicies y horizontes que se estiran hasta el infinito. E Hombre con la Harmónica te prestará un garantizado pavoneo, sin importar lo exhausto o deshidratado que estés. Desert Rose de Sting es un gran y enorme NO.

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